El tornillo sin fin es un caso particular de la rueda helicoidal cuando el ángulo es recto y una grande y la otra, que es la motriz, es pequeña. El tornillo sin fin es siempre la rueda de menor radio, siendo su número de dientes igual al número de hilos que tiene la hélice (fluctúa entre 1 y 5). Este mecanismo permite una fuerte reducción de velocidades. Escogiendo bien los parámetros que lo caracterizan para convertirse en un excelente freno, ya que el sentido de giro es irreversible. Sin embargo, el bajo rendimiento hace que se prefieran tornillos sin fin con frenado independiente.